Es en su ‘palomera’, como ella mismo le dice a su taller, donde pasa la mayor parte del día. Las horas transcurren con la misma precisión con la que la luz se transforma otorgando distintos matices a una misma realidad. Hace 11 años que dejé su Bogotá natal y viajé al Ecuador, con el objetivo de trabajar esta técnica milenaria como una alternativa innovadora para la decoración del hogar. “Vine por la insistencia de un hermano que estaba aquí. El también se dedicaba a esto. Lamentablemente, falleció hace cuatro años. A pesar de que la situación en nuestro país era complicada, la decisión no fue fácil. Una noche dije: «No lo pienso más! Agarré a mi mamá y a mi hija, una de cada brazo, y me las traje. No me puedo quejar. Me ha ido bien y a la gente le gusta mi trabajo”, relata Raquel Escovar, vitralista. Históricamente, no se sabe exactamente cuándo el Vitral comienza a distinguirse de la ‘cristalera’. L05 textos medievales hablan de Vidrios de innumerables colores, pero no proporcionan más detalles.
Según los registros, los ejemplos más antiguos que se encontraron muestran que los métodos que antiguamente se utilizaban consistían en paneles de vidrio coloreados, mantenidos por plomo acanalado y soldado para volver homogéneo el conjunto.
Raquel Escovar se ha dedicado 25 años a la elaboración de vitrales con fines decorativos.
Revista Familia 2010, El Comercio
Originariamente los decorados se realizan en colores marrones o negros, únicamente, y eran simples composiciones rectangulares, o circulares.
Con el pasar del tiempo se convirtieron en uno de los principales medios de expresión artística, caracterizando el arte religioso gótico, cuya arquitectura logra liberar grandes aberturas en las paredes hacia el exterior. Las iglesias románicas utilizaban mucho los vitrales blancos con el fin de preservar la poca luz, que en sus escasas aberturas se filtraba. Es justamente esta idea la que se manejaba hasta que la tecnología y sus avances permitieran que se experimentara mucho más y se ampliaran las opciones de utilización.
“Cuando llegué , empecé a visitar galerías, arquitectos y almacenes. Se mantenía la noción de que era un arte utilizado con fines religiosos. De hecho, una de las primeras personas con las que hablé me dijo que no le parecía bonito utilizar una imagen en su puerta. Sin embargo, en la actualidad, ese concepto ha cambiado, ya que se puede diseñar infinidad de cosas para la casa, desde separadores de ambientes, ventanas, lámparas , puertas o hasta un vistoso reloj”.
Muchos de sus clientes le solicitan determinados objetos, con el fin de hacer originales obsequios para sus seres queridos. Cuando está muy atareada, es su hija de 25 años quien se convierte en su mano derecha. Aunque estudió Ingeniería en alimentos, conoce perfectamente el oficio al que se dedicaron su madre y sus tíos.
Para Raquel otra parte importante de esta actividad es el poder compartir, con los interesados en aprender este sistema, sus conocimientos.
“En realidad disfruto mucho mi trabajo a solas, en mi taller, con mi música y la tranquilidad. Pero me gusta también reunirme con las personas que valoran esta ocupación y quieren ponerla en práctica”. Es por esto que organiza cursos de tres o cuatro semanas de duración, dependiendo de la técnica y del ritmo de aprendizaje de sus alumnos.
Entre los procedimientos que se pueden profundizar se encuentra l a técnica Tiffany , que es un método de trabajar el cristal y fue desarrollado por el norteamericano Louis Confort Tiffany (1848-1933), hijo de Charles Lewis Tiffany conocido por su joyería con el nombre Tiffany & Co. en Nueva York.
Se trata de hacer un diseño sobre papal y con una plantilla se marcan las piezas sobre el cristal con un rotulador. Con un cortavidrio se separan las piezas de cristal y se liman con una pulidora para quitar los bordes afilados. Se lavan, se secan y se sujetan con cinta adhesiva de cobre. Las piezas se encajan y se adhieren con el soldador eléctrico. Cuando el objeto esté soldado por los dos lados se limpia bien y se cubre del color que desea. “Es como armar un rompecabezas”.