El Vitral

De La Edad Media al Renacimiento

Seguramente el arte de la vidriera es mucho más antiguo de lo que afirman los primeros documentos históricos que poseemos. Tenemos indicaciones de ventanas con figuras que se remontan a la segunda mitad del siglo IX. Probablemente se trataba de vidrieras ensambladas con bastidores de madera, piedra o estuco a la manera islámica. Los más antiguos fragmentos de vidrieras pintadas y unidas con plomo pertenecen al siglo IX o a X. Se puede suponer que la técnica tuvo origen entre los bizantinos, cuando se comenzó a sustituir en los mosaicos el material pétreo con trocitos de vidrio, y en la orfebrería, donde la introducción del esmalte tabicado daba la idea de un armazón. La sustitución de los preciosos hilos de oro con tiras de plomo, gracias a la invención de la hilera, fue una oportunidad que fue cogida al vuelo por la ágil mentalidad empírica del artesanado medieval. 

En Italia este arte se afirmó más tarde que en Francia, Alemania e Inglaterra; pero, una vez cruzados los Alpes, adquirió muy pronto un estilo particular. Los italianos hicieron las vidrieras coloreadas y poco transparentes; y la razón fundamental por la que las vidrieras italianas se distinguen de las demás reside en el hecho de que, desde un principio, se trató de un arte ejercido por los pintores y no por los vidrieros, como ocurría en la Europa septentrional. Los ejemplos más antiguos de la escuela italiana se hallan en el Santuario de la Gruta, cerca de Siena, y se remontan probablemente a la segunda mitad del siglo XIII. Bajo la influencia de Giotto y de los dos artistas seneses Duccio da Buoninsegna y Simone Martini, los pintores sobre vidrio empezaron a dar sentido de volumen y de profundidad a través del modelado y la perspectiva.

Desde el siglo XVI hasta el XIX se asiste a un lento declive del arte de la vidriera; las razones de ello son múltiples, y parte de la responsabilidad es imputable al periodo histórico, rico en trastornos religiosos, sociales y culturales. El descubrimiento del esmalte aumentó la interpretación pictórica de la vidriera que, de mosaico en vidrio coloreado, se transformó lentamente en una auténtica pintura sobre vidrio en blanco, con diferentes resultados, y conduciendo en general a una progresiva opacidad de la vidriera. En el siglo XVIII eran ya poquísimos los maestros vidrieros especializados en este arte en Europa.

El siglo XIX y el Liberty (Art Nouveau)

Durante el siglo XIX, con el renovado interés por la Edad Media y la afirmación del neogético, también la técnica de la vidriera adquirió nuevo vigor. En este periodo, se emprenden grandes obras de restauración que intentan descubrir también los antiguos secretos de este arte y se realizan composiciones nuevas. El renacimiento tuvo inicio en Francia, y a finales del siglo XIX Alemania se convirtió en el centro de la vidriera artística. Gracias a las obras de los artesanos, y bajo la influencia de las tendencias modernas, las vidrieras empezaron a difundirse y a ser empleadas también en edificios profanos; esta utilización no era una novedad en sentido absoluto, por cuanto ya en la Edad Media las ventanas de los castillos y de las casas consistoriales eran adornadas con motivos heráldicos o blasones realizados con plomo, pero ahora el campo y las posibles aplicaciones se hacían más extensos. La introducción del vidrio opalescente en torno al 1880 fue una auténtica revolución técnica, que llevé las vidrieras a un grado más alto de expresividad, y esto explica la increíble difusión que obtuvo esta técnica del 1900 al 1930. El Art Nouveau, con sus delicados entramados florales o geométricos, que se iba afirmando en Europa, utilizaba las vidrieras como parte integral de la arquitectura y de la decoración. En los Estados Unidos, L. C. Tiffany realizó las obras que marcaron su época, obras con las que elaboró con sabia maestría el encaje de los vidrios transparentes y opalescentes.

La vidriera moderna

Hoy la vidriera vive una segunda juventud. El uso profano se ha afirmado, y el campo de aplicación es cada vez más extenso: restaurantes, albergues, bancos, escuelas y otros edificios públicos utilizan las vidrieras para crear una atmósfera y embellecer el ambiente. También las vidrieras han sufrido la influencia de las vanguardias en el campo pictórico: el abstracto ha entrado a formar parte del repertorio, y este género permite además al artífice una gran libertad expresiva en la búsqueda de efectos cromáticos y formales. La fascinación de la vidriera, con sus colores y gracias a la infinita posibilidad compositiva y de empleo, recupera hoy el aprecio de una gran parte de la población.

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba
WhatsApp Chat!
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad